Sólo se oía el ruido del motor del coche. El opresor silencio incomodaba a ambos, que después de diez años casados no tenían nada que decirse. Los dos se preguntaban a sí mismos por qué habían aceptado hacer ese largo viaje para salvar su matrimonio. Pero justo en el momento en que estaban a punto de explotar de frustración y aburrimiento, a él se le ocurrió encender la radio… Dos suspiros sonaron al unísono, se miraron y se sonrieron por primera vez en mucho tiempo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¡Muchas gracias por visitarme y comentar! Espero que lo que publico te haya gustado pero, si no es así, por favor, ¡dímelo de forma constructiva! Tus comentarios me ayudarán a mejorar.